Un blog creado por amor al arte, forma de expresión de sentimientos y de recreación de la belleza inherente al ser humano. Aquí encontraréis un poco de todo. Soy de los que piensan que el arte pertenece a la Humanidad, por eso comparto con vosotros mis creaciones, para que mi mensaje, mi expresión, llegue a todo aquel que quiera escucharla. Gracias.

20/10/11

Alhambra. 2008. Óleo sobre lienzo.


Afortunada es la Sabika, monte sobre el que descansa la Alhambra, maravilla entre las maravillas. La Roja siempre ha sido inspiración de pintores, poetas y artistas en general, al igual que lo ha sido el resto de la ciudad andalusí. Hay un poema popular que identifica la Sabika con una corona sobre Granada, cuyas perlas son las estrellas, y la Alhambra, en el centro, es el rubí. Probablemente esta alegoría sea suficientemente descriptiva para demostrar la belleza que siempre han encontrado las personas a este lugar.

19/10/11

Vejez. 2010. Óleo sobre lienzo.


La vejez. Desde mi punto de vista, la esperanza de algo mejor en esta vida o en la otra no se pierde, de ahí que el cuadro adquiera colores verdosos. La belleza se puede encontrar en el ser humano por el mero hecho de serlo, sea joven o viejo. La pintura dignifica. Así le doy un sentido a la enfermedad de la vejez. Os dejo a vosotros la interpretación de este cuadro, que para cada uno puede adquirir un significado distinto.

18/10/11

Mujeres de la vida. 2011. Óleo sobre lienzo.


Tengo una obsesión casi insana por este cuadro. Gutiérrez Solana es un pintor que me gusta. Y es que este estilo lúgubre y tenebrista bien podría ser aplicable a la realidad actual, pues Solana también vivió en un tiempo de crisis. Me gusta el expresionismo, intenta reflejar el alma de las cosas. Deforma la realidad para que "expresar" la subjetividad del artista. Y si no, mirad la mujer de atrás, la segunda empezando por la derecha. En el original se ve más claro quizá la tristeza que refleja el ambiente, aunque en mi versión las caras están más tristes y el color más frío. Y creo que así debe ser, pues no muchas han elegido esa profesión por gusto, y menos en esa época, donde las oportunidades eran más escasas. Me gustaría hacer una versión actualizada de este cuadro. Cinco mujeres de la vida de ahora. Supongo que el resultado no será muy distinto. No tendrán mejores ojos, ni mejores caras. Las cosas no cambian en la profesión más antigua del mundo.

17/10/11

Mujeres en la ventana. 2007. Pastel sobre papel.


Copia de Bartolomé Esteban Murillo. La mujer ha sido siempre un tema recurrente en el arte. Y no deja de ser curioso teniendo en cuenta que a lo largo de los siglos ha estado relegada al ámbito doméstico y su dimensión fuera de este lugar (dejando a un lado a reinas, nobles y santas) ha sido prácticamente inexistente, y las que traspasaban este límite recibían el sobrenombre de "mujeres públicas".
Pues este sevillano pintor barroco, que influyó mucho en siglos posteriores, y en cuya obra se aprecia lo que va siendo el principio del Rococó, gustaba de pintar escenas de la vida cotidiana, entre las que se encontraban momentos como este, una probable mirada enamorada acompañada de un suspiro o un gesto de sonrojo arrancado por un piropo (un piropo de aquella época) tras el marco de la ventana.

Roma. 2010. Óleo sobre lienzo.


La Ciudad Eterna: Roma. Y bien elegido que está este pseudónimo. Con casi tres milenios bajo sus cimientos, no ha perdido ni un ápice de su grandeza. Es una de las ciudades más antiguas del mundo, y además la cuna de la cultura latina, mediterránea, europea y occidental. Todos somos en parte herederos de Roma. Por eso es eterna la Ciudad de las Siete Colinas. Dentro de esta ciudad está otra que a su vez se configura en un Estado: el Vaticano, Nos encontramos, pues, en un sitio que al mismo tiempo es la ventana a nuestro pasado, a lo que somos, y también una escalera al cielo, la capital del catolicismo, donde se encuentra la Santa Sede. Se sea católico o musulmán, protestante o agnóstico, uno puede encontrar paz espiritual en la contemplación de tanta obra de arte.
En cualquier caso, está claro que Roma no se construyó en un día, y gracias a ello la ciudad entera es un museo vivo. Pasear por sus calles es pasear por la Historia. Al haber sido siempre una capital, esconde las más refinadas obras de arte: esculturas, pinturas, palacios... Todos de los más variados estilos pero con un inconfundible aire clásico. La vista aquí recogida está tomada desde uno de esos lugares mágicos, el Ponte Umberto I, con vistas al Vaticano. Son lugares que hay que visitar al menos una vez en la vida. Y no es difícil puesto que todos los caminos llevan allí. Esta ciudad de origen divino y mitológico segirá siendo cuna del arte y la cultura per secula seculorum.

Victoria de Samotracia. 2010. Bolígrafo sobre papel.


Poca gente que haya visitado París no ha entrado al Museo del Louvre, y si lo ha hecho lo más probable es que se haya dado de bruces con la Victoria de Samotracia, en mitad de las escaleras como está. Tuve la gran suerte y el tiempo suficientes para pintarla en directo y con tranquilidad (aunque un poco acosado por cámaras de visitantes asiáticos).

Margarita. 2011. Óleo sobre lienzo.


Sé que no necesita presentación, pero para los recién llegados al mundo de la pintura, este cuadro es un detalle de "Las Meninas", o más bien, una copia del lienzo del famoso Diego R. de Silva y Velázquez, pintor de cámara de Felipe IV. Pues bien, esta niña del centro es hija del rey, la infanta Margarita. Ríos de tinta se han escrito sobre esta misteriosa obra maestra. Este cuadro me llevó bastante trabajo, pero estoy satisfecho con el resultado, aunque no llegue a Velázquez ni a la suela del zapato.

Venecia I. 2009. Óleo sobre lienzo.




Debo decir que este cuadro es una interpretación de una foto que vi en una revista. De todas maneras, he tenido el placer de visitar Venecia y he podido sentir el frío de una mañana de invierno en la ciudad de calles de tranquilos espejos donde se refleja, bulliciosa y presumida, la urbe surgida de las oscuras y turbias aguas del Adriático.

Tetería I. 2008. Óleo sobre lienzo.



Le tengo mucho cariño a este cuadro. Es una tetería de mi ciudad bastante conocida, en una tarde de verano en la que casi no había nadie, sólo esa misteriosa mujer. He intentado plasmar la sensación que me produce aquel sitio, tan cálida, tan acogedora...

Un poco sobre el arte.

Cualquier creación humana tiene dos dimensiones. La más evidente es la perceptible, lo que tiene de realidad, es decir, el sustrato material. A esa realidad se le añade una dimensión no sensible, pero sí inteligible: es el valor.

La obra de arte, como cualquier otra creación del hombre, está compuesta por esas dos dimensiones: una realidad a la que se le añade un valor, en este caso, el valor de la belleza. Es decir, para llegar a ser obra de arte, ésta debe trascender su sustrato material para adquirir una significación trascendente.
La obra de arte refleja -hace referencia- al valor de la belleza, pero no lo contiene en su totalidad, no puede enmarcar la belleza en su infinita dimensión. Los valores absolutos son algo que sólo se pueden encontrar en la idea de Bien supremo, algo que estará eternamente vedado al ser humano. Si una obra de arte contuviera toda la belleza, no tendría sentido volver a realizar otra nunca más. Y es más que evidente que, por ejemplo, después de que Francisco de Goya pintara "Saturno devorando a un hijo" ha habido a lo largo de la Historia bellas obras producidas por el hombre. Y unas no tienen más de arte que otras, puesto que todas son una forma de expresión de los sentimientos humanos de quienes las crearon.

La evolución de la expresión artística ha ido de la mano de la maduración de la Humanidad. En este sentido, es fácil entender la idea de Hegel cuando habla de tres formas distintas de arte, tres estadios en la evolución histórica, tres modos diferentes de tomar forma la idea.
El primero sería la arquitectura, la idea no encuentra forma (desajuste), es un arte tectónico que depende de la materia, pesos, etc. El segundo sería la escultura, la idea se ajusta a la forma (ajuste), es un arte volumétrico, acercándose así al hombre. El útimo estadio estaría formado por la pintura, la música y la poesía, en cuanto a formas suprasensibles, la idea trasciende la forma (desbordamiento), siendo la etapa más espiritual y desmaterializada. Con la evolución de esta última etapa se produce una progresiva pérdida de las formas sensibles, llegándose a un arte más reflexivo y, por último, a la "muerte del arte".